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Nos encontramos en un momento decisivo de la historia… Las crecientes divisiones, el aumento de la hostilidad y el recrudecimiento de los conflictos están creando un panorama mundial lleno de desafíos. La perpetua necesidad de gestionar las crisis está agotando la crucial energía humana que podría canalizarse hacia la configuración de un futuro más optimista…
Tras una era que sacó a mil millones de personas de la pobreza y mejoró el nivel de vida en todas partes, la ansiedad por perder el control sobre lo que está por venir empuja a la gente a abrazar ideologías extremas y los líderes que las defienden… Reconstruir la confianza en nuestro futuro es primordial. La cuestión es por dónde empezar, dadas las complejas circunstancias actuales. El 17 de enero, Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del World Economic Forum publicó el artículo “Davos 2024: reconstruyendo la confianza en el futuro”, del cual se extraen algunos extractos con los que arranca esta historia, que tiene el objeto de ofrecer algunos granos de arena al análisis. ¿Por dónde empezar? ¿En este entorno donde gobierna la desconfianza, quién tiene que lanzar la bandera blanca? ¿Cómo sembrar una perspectiva de futuro que convenza a todos? ¿De qué forma la tecnología nos podría ayudar? Con la colaboración de Roberto Martínez, quien fuera consultor de seguridad y capacitador de gobiernos, militares, agencias de inteligencia, instituciones financieras y corporaciones privadas en América Latina, se comparten algunas reflexiones al respecto: La confianza puede perderse, pero siempre se encuentran caminos para reencontrarla. Desde el principio de los tiempos ha estado entre nosotros la esperanza firme que se tiene de alguien o algo, partiendo del principio que el ser humano es confiado por naturaleza. La confianza es un reconocimiento hacia el otro y, a raíz de malas experiencias o circunstancias, se van creando barreras y límites que pueden minarla. La reacción es ser más precavidos, pero inevitablemente la naturaleza humana nos lleva nuevamente a confiar. La confianza, entonces, es como el agua: tarde o temprano regresa a su cauce. Ejemplo: la confianza es tan necesaria para el ser humano que de otra forma no tendríamos una moneda. ¿Por qué la gente hace una transacción bancaria, incluso cuando el dinero físicamente no existe? ¿Por qué la gente usa un pedazo de papel? Alguien nos dice desde una aplicación que en ésta hay dinero y es nuestro; también, que tiene un valor y está respaldado. ¿Qué pasaría si en un momento dado la gente dejara de confiar en eso? El caos. La desconfianza tiene un pariente cercano: el pesimismo, que no es otra cosa que un estado mental que se basa en la perspectiva que se tiene en un momento determinado de las cosas. Con el pesimismo no hay medianías, todo es negro. Sin embargo, tampoco hay que demonizarlo pues es natural cargar con él; en todo caso, la recomendación es dejarlo fluir siempre y cuando nos lleve a una acción. No condenemos el pesimismo que nos permita pensar en lo que podría salir mal, para construir un Plan B o simplemente como una estrategia de prevención que permita pulir más el enfoque. La desconfianza y todos sus parientes, por lo tanto, nos pueden llevar a los extremismos, por un lado, y a la presencia de estallidos sociales, por el otro.
Nos encontramos en un momento decisivo de la historia y, sin embargo, seguimos aferrándonos a soluciones obsoletes, sostiene Klaus Schwab. “Lo que complica las cosas es el hecho de que nos enfrentamos a muchos problemas simultáneamente, todos ellos profundamente interconectados y que se refuerzan mutuamente. No hay soluciones rápidas ni remedios únicos”. De acuerdo con el Barómetro de Confianza 2023, de Edelman, la confianza no está depositada en la misma proporción para todos los grupos de interés. Así, en el caso de México, la prensa no pasa por sus mejores momentos y por tanto registra una profunda crisis de desconfianza, al igual que los gobiernos. Las empresas y las ONG son las únicas instituciones de confianza. Como sea, algo no está bien cuando a una persona le está sucediendo algo y, en lugar de ayudarla, salen los teléfonos para grabar la escena. El punto de inflexión podría venir cuando una persona cambia su perspectiva y empieza a influir positivamente en los demás. Dicho esto, ¿quién es el responsable de la descomposición en la que estamos involucrados? Todos. ¿Quién tiene que poner el extinguidor para apagar el fuego? Todos, desde lo individual con empatía y respeto. ********** El presidente ejecutivo del WEF cita tres elementos para revitalizar las economías: Uno, aprovechar el potencial de la transición a una economía verde, digital e inclusiva. Dos, responder al desafío que implica el cambio climático. Tres, capitalizar la era del desarrollo tecnológico protagonizada por la Inteligencia Artificial para liberar nuevas dimensiones de la creatividad humana y fomentar un entendimiento sin precedentes. ____ Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión
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Nos encontramos en un momento decisivo de la historia… Las crecientes divisiones, el aumento de la hostilidad y el recrudecimiento de los conflictos están creando un panorama mundial lleno de desafíos. La perpetua necesidad de gestionar las crisis está agotando la crucial energía humana que podría canalizarse hacia la configuración de un futuro más optimista…
Tras una era que sacó a mil millones de personas de la pobreza y mejoró el nivel de vida en todas partes, la ansiedad por perder el control sobre lo que está por venir empuja a la gente a abrazar ideologías extremas y los líderes que las defienden… Reconstruir la confianza en nuestro futuro es primordial. La cuestión es por dónde empezar, dadas las complejas circunstancias actuales. El 17 de enero, Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del World Economic Forum publicó el artículo “Davos 2024: reconstruyendo la confianza en el futuro”, del cual se extraen algunos extractos con los que arranca esta historia, que tiene el objeto de ofrecer algunos granos de arena al análisis. ¿Por dónde empezar? ¿En este entorno donde gobierna la desconfianza, quién tiene que lanzar la bandera blanca? ¿Cómo sembrar una perspectiva de futuro que convenza a todos? ¿De qué forma la tecnología nos podría ayudar? Con la colaboración de Roberto Martínez, quien fuera consultor de seguridad y capacitador de gobiernos, militares, agencias de inteligencia, instituciones financieras y corporaciones privadas en América Latina, se comparten algunas reflexiones al respecto: La confianza puede perderse, pero siempre se encuentran caminos para reencontrarla. Desde el principio de los tiempos ha estado entre nosotros la esperanza firme que se tiene de alguien o algo, partiendo del principio que el ser humano es confiado por naturaleza. La confianza es un reconocimiento hacia el otro y, a raíz de malas experiencias o circunstancias, se van creando barreras y límites que pueden minarla. La reacción es ser más precavidos, pero inevitablemente la naturaleza humana nos lleva nuevamente a confiar. La confianza, entonces, es como el agua: tarde o temprano regresa a su cauce. Ejemplo: la confianza es tan necesaria para el ser humano que de otra forma no tendríamos una moneda. ¿Por qué la gente hace una transacción bancaria, incluso cuando el dinero físicamente no existe? ¿Por qué la gente usa un pedazo de papel? Alguien nos dice desde una aplicación que en ésta hay dinero y es nuestro; también, que tiene un valor y está respaldado. ¿Qué pasaría si en un momento dado la gente dejara de confiar en eso? El caos. La desconfianza tiene un pariente cercano: el pesimismo, que no es otra cosa que un estado mental que se basa en la perspectiva que se tiene en un momento determinado de las cosas. Con el pesimismo no hay medianías, todo es negro. Sin embargo, tampoco hay que demonizarlo pues es natural cargar con él; en todo caso, la recomendación es dejarlo fluir siempre y cuando nos lleve a una acción. No condenemos el pesimismo que nos permita pensar en lo que podría salir mal, para construir un Plan B o simplemente como una estrategia de prevención que permita pulir más el enfoque. La desconfianza y todos sus parientes, por lo tanto, nos pueden llevar a los extremismos, por un lado, y a la presencia de estallidos sociales, por el otro.
Nos encontramos en un momento decisivo de la historia y, sin embargo, seguimos aferrándonos a soluciones obsoletes, sostiene Klaus Schwab. “Lo que complica las cosas es el hecho de que nos enfrentamos a muchos problemas simultáneamente, todos ellos profundamente interconectados y que se refuerzan mutuamente. No hay soluciones rápidas ni remedios únicos”. De acuerdo con el Barómetro de Confianza 2023, de Edelman, la confianza no está depositada en la misma proporción para todos los grupos de interés. Así, en el caso de México, la prensa no pasa por sus mejores momentos y por tanto registra una profunda crisis de desconfianza, al igual que los gobiernos. Las empresas y las ONG son las únicas instituciones de confianza. Como sea, algo no está bien cuando a una persona le está sucediendo algo y, en lugar de ayudarla, salen los teléfonos para grabar la escena. El punto de inflexión podría venir cuando una persona cambia su perspectiva y empieza a influir positivamente en los demás. Dicho esto, ¿quién es el responsable de la descomposición en la que estamos involucrados? Todos. ¿Quién tiene que poner el extinguidor para apagar el fuego? Todos, desde lo individual con empatía y respeto. ********** El presidente ejecutivo del WEF cita tres elementos para revitalizar las economías: Uno, aprovechar el potencial de la transición a una economía verde, digital e inclusiva. Dos, responder al desafío que implica el cambio climático. Tres, capitalizar la era del desarrollo tecnológico protagonizada por la Inteligencia Artificial para liberar nuevas dimensiones de la creatividad humana y fomentar un entendimiento sin precedentes. ____ Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión
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